Tres claves para alcanzar la libertad financiera
Octubre 07, 2023
Hace poco llegó un viejo amigo "con una mano adelante y otra atrás", como decimos en mi país cuando alguien "no tiene ni dónde caerse muerto". Lo curioso es que me había citado en un restaurante bastante costoso de Miami para que le ayudara a "solventar un problema". Allí me encontré con él, un ingeniero informático brillante que gana su buen sueldo en una sólida compañía tecnológica.
Lo que más me asombró es que aquel problema del que me quería hablar era de que se sentía chapaleando en un desastre financiero. Así que lo escuché atentamente:
"Me tienen loco las deudas, Antonio. El sueldo, que no es malo, se me vuelve sal y agua sin darme cuenta, no puedo pagar las deudas, que son monstruosas. ¿Ahorrar? ¡¿Con qué?! Tú, que vives dando charlas sobre crecimiento y tal, dime cómo puedo salir de este atolladero".
En esa breve confesión, pude detectar 5 puntos negativos sobre su relación con el dinero:
1. Falta de un presupuesto: si el sueldo se le vuelve "sal y agua" sin darse cuenta, hay un descontrol enorme en el manejo del dinero, es decir, no se guía por un presupuesto para controlar los gastos.
2. Deudas crecientes: las deudas de mi amigo no disminuyen, sino que se le "acumulan". Apenas paga los altos intereses sin bajar el monto del capital.
3. Falta de ahorro: si no puede ahorrar parte de su sueldo, ¿cómo construye su tranquilidad financiera?
4. Compras impulsivas y alto tren de vida sin tener con qué: muy curioso citarme en un restaurante caro para abultar la deuda de su golpeada tarjeta de crédito.
5. Buen sueldo, pero… mal administrado.
Luego de hacerle saber esto, y obvio pagar yo la cuenta, le dije que lo ayudaría. ¡No con un préstamo!, sino dándole algunos consejos que, para mis seguidores y lectores, resumo en tres aspectos clave:
1. Deja reposar la intención de compra durante un día
¿Cuántas veces has comprado algo impulsivamente y luego te has arrepentido? Todos lo hemos hecho en algún momento. Para evitar gastos innecesarios, adopta la regla de dejar reposar la decisión de compra por al menos 24 horas. Eso te dará tiempo para mirar fríamente la compra y preguntarte a ti mismo si aún quieres comprar y por qué.
¿Por qué las compras impulsivas son capaces de llevarnos a la ruina? Me darás la razón si te digo estos 4 argumentos:
• Gasto no planificado: al comprar por impulsos gastamos dinero en cosas que ni teníamos pensado. Esto desequilibra cualquier presupuesto y crea un desbalance entre nuestros ingresos y gastos, lo que dificulta llegar a fin de mes y ahorrar.
• Deuda acumulada: las compras impulsivas suelen pagarse con tarjetas de crédito, ¡como la cuenta de mi amigo en el restaurante! Si no pagamos un buen saldo de la tarjeta, se nos irá la vida pagando intereses acumulados.
• Prioridades mal definidas: cuando compras a lo loco, gastas dinero en cosas irrelevantes a largo plazo. Esto te impide destinar parte de tus ingresos a metas más significativas, como el ahorro para la jubilación, la compra de una casa o invertir.
• Remordimiento y estrés: tras una compra impulsiva la mayoría de las veces nos sentimos culpables o arrepentidos. Esto suma estrés y ansiedad a tu ya abrumadora situación financiera.
2. Crea un fondo de emergencia
Dave Ramsey, un gurú en finanzas personales y autor de varios superventas sobre el tema, sugiere comenzar con un fondo de emergencia que pueda cubrir al menos tres a seis meses de tus gastos básicos. Yo iría a más y te recomendaría un fondo de emergencia de un año si tu sueldo no es muy generoso.
Déjame darte una estrategia que no falla para crear este fondo, y que te servirá además para administrarte bien:
Divide tu salario según la siguiente proporción: 50/10/10/20/10, donde:
• El 50 % para cubrir tus necesidades básicas: vivienda, alimentos, transporte, servicios públicos, etc.
• Toma el 10 % para tu fondo de emergencias. Es relativamente poco, pero si lo haces metódicamente, tendrás un colchón financiero que amortiguará cualquier caída.
• Otro 10 % para un fondo de jubilación.
• Invierte otro 20 % en ahorrar e invertir en iniciativas que te generen dinero.
• El 10 % destínalo a mimos personales: entretenimiento, viajes o comidas fuera de casa.
3. Aprovecha los ingresos extra para ahorrar o invertir
Cuando recibes un aumento de sueldo o un bono, la tentación de gastarlo aumentando tu tren de vida puede ser abrumadora. La mayoría se compra un carro último modelo, gasta en unas vacaciones de ensueño en Tailandia o se compra ropa y accesorios de diseño. ¡Error garrafal!
Aquí te explico cómo aprovechar al máximo esos bonos o aumentos de sueldo:
• Ahorra primero, gasta después: en cuanto recibas un bono o un aumento, no corras a gastarlo en cosas nuevas y emocionantes. Cultiva el hábito de ahorrar una parte de ese dinero antes de gastarlo. Automatiza esto configurando una transferencia a tu cuenta de ahorros. Así, te aseguras de que el dinero se aparte antes de que puedas gastarlo en cosas que quizás no necesitas realmente.
• Invierte para el futuro: destina una buena parte del ingreso extra a cuentas de inversión o fondos de jubilación. Cuando inviertes, haces que tu dinero trabaje para ti y crezca con el tiempo.
• Evita el estilo de vida inflado: uno de los errores comunes es aumentar tu nivel de gasto cada vez que obtienes más dinero. Resiste esta tentación. Mantén tus gastos bajo control y no dejes que tu estilo de vida se inflame cada vez que recibas más ingresos. Esto te permitirá ahorrar e invertir más, saneando tus finanzas.
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