¿Qué necesitas: motivación o disciplina?

Mayo 13, 2024

Mientras exploraba opciones para lanzar mi propio negocio online, una de mis mayores motivaciones era simplemente escapar del trabajo de oficina de 9 a 5. Estaba emocionado, lleno de ideas y energía… pero después de unas semanas, esa chispa inicial empezó a apagarse.

Me di cuenta de que la motivación, aunque potente, era como un fuego artificial: brillante y espectacular, pero fugaz. Y es que cuando comienzas a emprender, la motivación es ese primer empujón que te hace saltar de la cama y decir, "¡Voy a hacerlo!".


Es la emoción de una nueva idea, el entusiasmo de ver una oportunidad. Pero, ¿alguna vez has notado cómo algunos días te sientes incapaz de trabajar en tu proyecto? Quizás no viste los resultados esperados, o tal vez solo no estás de ánimo.

Aquí es donde la motivación te falla porque depende mucho de cómo te sientes y de factores externos que no siempre puedes controlar. En su lugar, echa mano de la disciplina, un combustible a largo plazo que nunca te dejará a mitad de camino.

La disciplina como base del éxito a largo plazo

Por otro lado, la disciplina es menos emocionante pero mucho más confiable. Es el compromiso a largo plazo de hacer lo que necesitas hacer, quieras o no en ese momento.

La disciplina no depende de tu estado de ánimo o de las circunstancias; depende de tus hábitos y rutinas. Por ejemplo, si decides que trabajarás en tu negocio cada día de 8 a 10 a.m., eso es disciplina. Y curiosamente, cuando la gente ve que avanzas y consigues pequeñas victorias, eso enciende de nuevo la motivación.

Cómo desarrollar la disciplina en tu emprendimiento

1. Establece pequeños objetivos: En lugar de mirar la enorme tarea de "construir un negocio exitoso", divide todo en tareas pequeñas y manejables. Establece metas diarias o semanales, y céntrate en cumplirlas.

2. Crea rutinas: Las rutinas convierten las acciones difíciles en parte de tu día normal. No necesitas "encontrar" tiempo para trabajar en tu negocio si ya es parte de tu horario diario.

3. Controla tu ambiente: Tu entorno puede ayudarte a ser disciplinado. Si trabajas mejor por las mañanas, asegúrate de que tu espacio de trabajo esté listo la noche anterior. Elimina distracciones tanto como puedas.


Emprender es un viaje que requiere tanto motivación inicial como disciplina constante. La motivación te pone en marcha, pero solo la disciplina te llevará a la meta. Así como un carro necesita tanto el encendido para arrancar como el combustible para moverse, tu proyecto necesita ambos, motivación y disciplina, para avanzar.

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