Consejos para detectar influencers virtuales

Agosto 11, 2023

¿Te ha pasado que parece que te levantas sin querer mover un dedo? Hoy me pasó. Tanto trabajo en los últimos días se cobró unas ojeras que ¡casi me llegaban a las rodillas!
En el momento sentí cierta envidia de los influencers virtuales que no tienen días malos, no envejecen, no se cansan y lucen impecables hasta "durmiendo". Lo peor: ¡algunos ganan mucho más que yo!

Los influencers virtuales ya son una realidad en el marketing digital: el mercado de influencers de IA ya está valorado en $4500 millones de dólares y crece como la espuma.


Si estos números te marean, pregúntale a Knox Frost, Imma, Shudu o Lil Miquela, "quienes" no solo tienen audiencias gigantes en TikTok e Instagram, sino que algunos se embolsan hasta $10,000 dólares por publicación.

Nada mal para quien no tiene malos días, no necesita comer ni dormir y ¡no le salen ojeras!

Las pistas que te alertarán

Así que me puse a pensar entonces en cómo diferenciar entre un influencer como yo y uno generado por inteligencia artificial (IA). A continuación, te dejo diez pistas para detectar estos avatares:

1. Detalles perfectos: si su piel parece demasiado perfecta, sus ojos brillan de manera sobrenatural o nunca le ves un cabello mal puesto, ¡jum! Ni siquiera sudan… Aunque, para decir la verdad, ¡también hay mucho influencers así de carne y hueso, jajajaja!

2. Consistencia sobrehumana: publican a todas horas, no muestran signos de cansancio, y sus emociones parecen... ¿demasiado estáticas? Además, ¿no te parece raro que "alguien" publique sin tregua 10 veces al día, todos los días de la semana?

3. Historia de fondo: si investigas y no encuentras detalles sobre su infancia, familia o experiencias pasadas, es probable que no sean reales. Para que te cerciores, te invito a buscar información sobre la infancia de Shudu en internet… ¡no encontrarás nada!

4. Interacción limitada: aunque responden comentarios, rara vez verás interacciones genuinas y espontáneas con otros usuarios.

5. Fotos sin contexto: sus fotos son impresionantes, pero carecen de contexto real, como fondos que parecen repetirse o escenarios demasiado genéricos. Si te fijas bien, siempre posan en fondos abstractos o digitales y nunca en lugares reales.

6. Ausencia de eventos en vivo: nunca los verás en eventos en tiempo real, como directos en Instagram o TikTok. Y los lives, ¡ni se diga!


7. Observa su adaptabilidad: los influencers reales evolucionamos con el tiempo ¡a mí hasta me creció el cabello!, cambiamos estilos, gustos, etc. Los virtuales ummm: si sus gustos y estilo no han cambiado en años, ponles la lupa.

8. Patrones repetitivos: observa sus publicaciones. Si ves patrones repetitivos en su comportamiento o en el tipo de contenido, es una señal de que estás frente a un primo o prima de Miquela...

9. Testimonios y colaboraciones: pueden "colaborar" con marcas, pero rara vez verás testimonios de personas reales que hayan interactuado con ellos fuera de las redes, a no ser la celebridad Bella Hadid y Lil Miquela, quienes se hicieron virales en una campaña de Calvin Klein.

10. Reacciones y emociones: su capacidad para reaccionar a eventos actuales o mostrar emociones humanas genuinas es limitada o nula.

Y, por sobre todas las cosas, confía en tu intuición: si algo te parece raro o demasiado perfecto, o sientes que algo en sus publicaciones no te cuadra, lo más seguro es que tengas razón.

Nadie quita, sin embargo, que los influencers virtuales sean fascinantes y que ofrezcan buen contenido, el detalle es que sepas cuándo estás frente a un bot y cuando estás frente a un mortal como yo. En este caso tu decisión de optar por uno u otro será a conciencia. La idea es que no te metan gato por liebre.

Lo "malo" de los influencers virtuales en el marketing digital

• Confusión de la audiencia: la línea entre realidad y ficción se diluye, lo que crea malentendidos o genera decepciones.

• Ética y transparencia: usar un influencer virtual sin revelar su naturaleza puede considerarse engañoso, por ello es importante que las marcas lo indiquen cuando usen un bot para sus campañas.

• Relación impersonal: la falta de una conexión humana genuina hace que ciertos segmentos de la audiencia se sientan desconectados.

• Credibilidad: la autenticidad es clave en el marketing de influencers. Un bot, por muy avanzado que sea, carece de experiencias y emociones humanas reales.

• Regulaciones: a medida que crecen en popularidad, es probable que surjan regulaciones específicas para su uso en publicidad.

• Saturación del mercado: con la facilidad de crear influencers virtuales, el mercado podría saturarse rápidamente, reduciendo su efectividad.

• Dependencia tecnológica: están sujetos a fallos tecnológicos, hackers o problemas de software.

• Limitaciones creativas: aunque los influencers virtuales pueden ser "programados" para ciertos mensajes, carecen de la espontaneidad y creatividad humana.

• Impacto en influencers reales: la competencia con bots puede afectar las oportunidades y la percepción de los influencers humanos en el mercado.

Al final del día, me di cuenta de que lo que nos hace especiales como influencers sintientes y sufrientes son nuestras imperfecciones, nuestras emociones, en fin, nuestra humanidad. Así que, vamos, aceptemos la realidad de los bots en el marketing digital, pero también que valoremos la autenticidad humana en la era digital.

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